Egipto
- Arte
El arte egipcio estará definido por los deseos de los faraones de construir obras eternas y pasar a la posteridad como sus inspiradores. Esta es la razón por la que utilizarán piedra para levantar los edificios más significativos
Dos son quizá los aspectos más llamativos del arte egipcio, que se desarrolló a lo largo de 3000 años. Por una parte el anonimato de sus creadores y por otra el estilo independiente. Efectivamente el artista egipcio no está reconocido, es la figura del rey la que ha llegado hasta nosotros. Las mayores expresiones de arte nos llegan a través de la figura del faraón que era quien encargaba los trabajos, mientras que el ejecutor de las obras permanece casi siempre en el anonimato. Por otra parte el arte egipcio, con 3000 años de expresiones artísticas, nunca se vió influenciado ni por los acontecimientos históricos ni por tendencias extranjeras, más bien todo lo contrario. Fueron los invasores quienes se vieron influenciados por las expresiones egipcias.
El arte egipcio está influenciado profundamente por la religión y por el centralismo político que trata de exaltar el poder absoluto de los reyes y la grandeza de su imperio. Como en la vida cotidiana el egipcio estaba altamente influenciado por sus creencias en el Más Allá y fundamentalmente por el concepto de eternidad y durabilidad, y fueron estas ideas las que determinaron su producción artística. El artista era normalmente un funcionario al servicio del estado o de los templos. El oficio era aprendido en escuelas que
enseñaban los cánones establecidos y normalmente pasaba de padres a hijos.
Pero el artista no tiene independencia en su creación, todo lo que creaba debía estar de acuerdo a unos cánones, es por tanto falto de originalidad. El arte es repetitivo, se emplean los mismos colores, los mismos esquemas durante siglos.
Cuando hablamos de arte egipcio, debemos abstraernos del concepto propiamente dicho. El egipcio no entendía el arte como podemos hacerlo nosostros en la actualidad. Los objetos no se creaban con una intencionalidad propia del artista. Ahora bien el artesano egipcio, y decimos artesano por que no existía diferencia entre el creador de vasijas y el pintor de
sarcófagos en cuanto a término artístico, hace las cosas en su sentido práctico. Muy pocas obras fueron producto del "arte por el arte".Obviamente tampoco podemos excluir el sentido de belleza de las manifestaciones egipcias, pues en ese caso ni los templos ni la orfebrería por ejemplo entraría en el concepto, pero lo que se exigía era que un objeto realizase la función primaria para la que fué concebido y posteriormente que la ejecución resultase lo más perfecta y bella posible.
- Escultura
El escultor egipcio prefiere materiales resistentes como el granito, el basalto o el pórfido, son durables y susceptibles al pulimento. Rara vez usan materiales blandos. También fueron utilizados metales, especialmente el oro para recubrir sarcófagos o enriquecer pequeñas esculturas.
La estatuaria se concibió sobre todo como decoración de templos y tumbas.
La escultura se caracteriza por el uso permanente de la ley de frontalidad. La cabeza siempre en el eje del busto y los brazos rigurosamente pegados al cuerpo, dan a las obras la apariencia de elemento arquitectónico. Son cúbicas, de cuatro perfiles, inmóviles e inertes. Encontramos también esculturas policromadas.
La regularidad de los rasgos, la calma del rostro va bien con esas miradas asombrosas, que
traspasan y se cargan de eternidad. Son imágenes hieráticas, de gran respeto a la divinidad. El modelado de las figuras es poderosamente sintético, los pliegues son geométricos y hay
abstracción en la concepción de las formas. Los temas son casi siempre religiosos o representaciones de los faraones y el autor tiende a sacralizar sus modelos, los depura y ennoblece.
La escultura egipcia siempre persiguió un esquema constante: la inmovilidad, sus figuras nunca nos dan la idea de movimiento. Sólo en el corto período de Amenofis IV, alcanza cierto realismo expresivo que no tuvo continuidad con Tutankamon que restauró el modo tradicional. A pesar de la inmovilidad de la propuesta egipcia, las imágenes están dotadas de gran belleza, como en el caso de La cabeza de Nefertiti. Elegancia y gracia.
Las estatuas de parejas familiares, demuestran el orgullo egipcio por su familia y el deseo de perpetuar en el más allá su buena fortuna terrestre. Para la eternidad el hombre sería
representado joven y viril,la esposa cariñosa y maternal y los hijos pequeños y dependientes.
Las estatuas colosales tenían un papel más arquitectónico y fueron erigidas para embellecer los templos o lo que es más importante, para la glorificación de los reyes cuyos
nombres llevaban.
Los colosos son simplemente grandes estatuas hechas precisamente del mismo modo que las pequeñas Son imágenes majestuosas y solemnes.
Los bajorrelieves: ligados a la arquitectura como decoración de los muros, en las columnas,
pilastras, sepulcros o templos o bien en estelas funerarias (piedras de sepultura), muestran
geometrización de líneas y ritmos creados por la repetición de personajes. La cabeza y los pies aparecen de perfil mientras que el resto del cuerpo, de frente. Tomaron temas de la vida cotidiana y a pesar de las complicadas reglas religiosas, supieron infundirles vida y movimiento.
El relieve puede ser alzado o hueco. Es alzado cuando se excava la superficie que rodea a las figuras de manera que éstas sobresalgan del fondo. Es hueco cuando los perfiles de las figuras se graban en la superficie.
- Pintura
Está en función de la arquitectura y por lo tanto apoyada en sus muros. Las pinturas más bellas pertenecen al Imperio Nuevo.
Los temas están unidos al sentido religioso pero copian escenas de la vida cotidiana: caza
pesca, cosecha, laboreo, etc. Y en todas ellas aparece el fondo del carácter egipcio: el
optimismo.
El espacio es bidimensional, esto significa que no hay sugerencia de profundidad. La
superficie donde se apoyan las figuras son planos neutros que no aluden a un fondo específico.
Las figuras están de pie sobre líneas horizontales, que pueden representar el suelo.
La línea es completamente cerrada y homogénea, es decir que tiene igual grosor en todo su
recorrido y no sufre engrosamientos y adelgazamientos paulatinos. En muchos casos las figuras se suceden creando ritmos de inusitada belleza, se repiten motivos o se alternan, con pausas e intervalos.Las composiciones están basadas generalmente en leyes de simetría aproximada. Esto se refiere al ordenamiento en que a ambos lados de un eje las formas se sitúan con la misma importancia y atracción visual.
Los egipcios trabajaron el color en forma plana, sin apelar al modulado o esfumado y anulando de este modo la idea de volumen. Casi siempre predominaron los naranjas, ocres, azules, verdes y blancos. Usaron colores locales y también simbólicos. El color local es en el arte el color propio del objeto representado y el simbólico es la cualidad subjetiva por la que se le atribuye a un color un significado de tipo religioso, místico, político, poético, etc. En la pintura egipcia nos encontramos con estas dos variantes de empleo y este contraste produce una impresión deslumbrante.
Pese a la rigidez de los cánones, la pintura egipcia se nos muestra ágil, fresca y ,llena de vida, sobre todo en los episodios inspirados en las costumbres de la sociedad egipcia o en los dibujos de flores y animales.
Las pinturas se llevaban a cabo mediante un fondo de piedra preparado con una fina capa de yeso. Se aplicó como decoración de los muros, bajorrelieves, columnas y capiteles de los
monumentos funerarios.
En todas las obras pictóricas egipcias hay una idealización omnipresente pues las cosas se
muestran como deberían ser y no como son en realidad.
- Arquitectura
Los muros de las construcciones serán extraordinariamente anchos y acaban en talud, disminuyendo su anchura a medida que se elevan. Los arquitectos egipcios no utilizan la bóveda por lo que se trata de una arquitectura adintelada, creando una característica sensación de estabilidad.Los edificios están profusamente decorados bien con elementos vegetales, animales, jeroglíficos, escenas históricas, etc. La mayoría de estas decoraciones
se realizan en relieve, siendo una de las principales fuentes para el conocimiento de la historia de Egipto. A continuación desarrollaré algunos de los ejemplos arquitectónicos más brillantes del arte egipcio.
- Los Templos
Los templos son construidos por los faraones para sus eternos padres. Antes de acceder al templo propiamente dicho nos encontramos con una larga avenida flanqueada por estatuas de animales divinos, habitualmente esfinges o carneros de Amón. La avenida finaliza ante la fachada del templo llamada pilono; tiene forma de trapecio y está construida en talud, abriéndose en el centro una puerta de acceso también trapezoidal. Dos obeliscos situados
delante decoran la fachada. El pilono nos permite la entrada a un patio rodeado de columnas por los lados, quedando la zona central a cielo abierto. Su nombre es la sala hipetra. Después se accede a una nueva dependencia con columnas, ahora totalmente cubierta. Por regla general, tiene la nave principal más alta, permitiéndose así el paso de la luz por los lucernarios. Esta sala de columnas se denomina sala hipóstila. Desde este lugar se pasa al sanctasanctórum, un espacio rectangular rodeado de corredores donde se encuentra la estatua del dios. Las diferentes salas del templo van disminuyendo en altura y en iluminación, manifestándose también una diferenciación social en cada una de ellas. El pueblo sólo puede acceder hasta los pilonos mientras que las clases superiores como funcionarios y militares pueden pasar a la sala hipetra. La familia real tiene acceso a la sala hipóstila y los sacerdotes y el faraón al santuario. Debido a los deseos de ostentación de los
faraones, en algunas ocasiones se ampliaban y enriquecían los templos configurándose grandes conjuntos. Además de los templos construidos se realizaron algunos excavados en la roca. Reciben el nombre griego de speos que quiere decir cueva y se encuentran en Ipsambul, en Nubia. En la fachada de estos speos se han labrado colosales estatuas que representan en el menor a Ramses II y su esposa. La fachada da acceso a una amplia sala de columnas excavadas en la roca y desde allí se entra en la cámara sagrada. De tipo intermedio son los hemi-speos como el de Deir el-Bahari donde encontramos una serie de patios a cielo abierto antes de entrar en el verdadero templo excavado en la roca. En las tumbas se aprecia una evolución a lo largo de los diferentes periodos. La primera que se utilizó fue la mastaba, en forma de banco de donde viene su nombre. El enterramiento se realiza en un pozo que tras el sepelio se cierra con tierra. A nivel de suelo nos encontramos la capilla donde se depositan los alimentos, decorada con escenas en relieve o pintura de temática funeraria. Posteriormente se evoluciona hacia a la pirámide escalonada, formada
por diferentes mastabas superpuestas, siendo la más famosa la de Sanakht. El siguiente paso lo encontramos en la IV Dinastía con las pirámides de Kheops, Khefren y Micerino, de perfecta estructura y con la cámara funeraria absolutamente disimulada, lo que no sirvió para evitar saqueos en épocas posteriores. En el periodo tebano se renuncia a las grandes edificaciones para construir las tumbas en los acantilados de la región de Abidós. En la roca se excavan numerosos corredores con diversas salas y una cámara funeraria. Las puertas de acceso estaban disimuladas al máximo y algunas veces se duplicaban las entradas o se daba la sensación de violación para evitar los saqueos. Este tipo de tumba excavada se denomina hipogeo. Respecto a la escultura egipcia, nos encontramos con una dualidad muy significativa: las estatuas que representan a los dioses y los faraones son tremendamente estáticas, mostrando una absoluta rigidez, lo que se ha venido llamando la ley de la frontalidad. Los brazos se pegan al cuerpo y una de las piernas avanza sin abandonar la rigidez habitual, eliminando toda referencia a la realidad.
- Las pirámides
Para asegurar la vida en el más allá, el cuerpo del difunto debía ser conservado y habían de ser satisfechas las necesidades materiales que tuvo cuando vivía. Esta idea fue dominante y condicionó de modo decisivo la vida en todos los períodos del antiguo Egipto. Ya en la época predinástica se hacía la primera tumba de piedra jamás construida se atribuye a Imhotep, el arquitecto de Zóser. El nombre de este arquitecto se encontró al pie de una estatua del faraón, cerca de la tumba. Los logros de Imhotep eran legendarios ya en la antigüedad.
No se construyó aisladamente, sino formando parte de un conjunto de edificios y patios de piedra relacionados con diversas ceremonias funerarias dedicadas al faraón.
El núcleo del monumento consiste en una estructura sólida a modo de caja alargada cuyo interior está formado por bloques de piedra traída de las proximidades y el exterior de caliza fina procedente de las canteras de Tura, más lejanas. En la parte norte se había empezado a construir un templo funerario, pero antes de que se concluyera se decidió extender la pirámide por sus fachadas norte y oeste. Finalmente una última ampliación de la pirámide afectó a sus cuatro lados. Se completaron los seis peldaños y el conjunto se revistió con
piedra caliza de Tura. La parte subterránea de este conjunto consistía en un pozo profundo que daba acceso a un complicado laberinto de corredores y cámaras de diversos tamaños.
Está claro que la pirámide tal como hoy la entendemos, monumento de base cuadrada y lados en rampa hacia la cumbre, deriva de la pirámide anterior, la escalonada.
Como norma general, la tumba real debía estar situada al oeste del Nilo, lugar de la puesta del sol, y por encima del nivel del río, para evitar que las inundaciones periódicas afectaran al monumento. Por otra parte no podía construirse muy lejos del río, ya que las piedras se transportaban desde las canteras por vía fluvial. Lo ideal era que además no se encontrara demasiado retirada de algún núcleo urbano. Una vez elegido el lugar, había que preparar el terreno limpiándolo de toda la arena superficial hasta dar con la roca viva, donde debían afirmarse los cimientos. Esta roca se nivelaba por medio de un complejo procedimiento. A veces, sin embargo, se dejaba una prominencia en el centro y se aprovechaba en la construcción de la futura pirámide. Por último se aseguraban de que los cuatro lados del monumento estuviesen orientados hacia las cuatro puntos cardinales. La orientación de la pirámide debió hacerse con ayuda de varios cuerpos celestes, puesto que los egipcios desconocían la brújula. El faraón marcaba la línea de los cuatro lados una vez observada la posición de las estrellas. En esta observación le ayudaba un sacerdote en representación del dios Thoth.
Cuando los bloques salían de la cantera había que transportarlos al lugar de la construcción. A pesar de que algunos alcanzaban las doscientas toneladas, el transporte fluvial no presentaría demasiados problemas. Aprovecharían la época de las inundaciones para, en pesadas balsas, arrastrar estos materiales hasta la orilla más próxima al monumento en construcción. Después se transportarían por tierra a base de trineos sobre los que el bloque se afirmaría con ayuda de cuerdas. Los trineos se deslizarían sobre pistas preparadas al efecto en las que iban colocándose rodillos. La construcción del exterior de la pirámide es
algo que aún pertenece al dominio de lo especulativo.
Queda por tratar el problema de cómo se incorporarían a la obra los corredores y habitaciones que se encuentran en el interior de las pirámides. Parece ser que, como éstos ocupan una parte mínima del edificio, se construirían con independencia de éstos. Posiblemente, rampas subsidiarias se elevarían y desmantelarían rápidamente según las necesidades, de modo que los bloques prefabricados correspondientes a pasadizos y cámaras pudiesen elevarse al nivel requerido, más alto que el resto de la construcción de relleno. En los alrededores de la pirámide se disponían un templo mortuorio, el corredor de la avenida y otras obras adyacentes.
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